El escaparate web de los miembros del equipo de Tecnun eRacing dice así: “Build a team, build a car, build a passion” (Construir un equipo, construir un coche, construir una pasión)”. El lema define a la perfección el espíritu de trabajo de los 56 estudiantes de ingeniería que conforman el equipo. Cada año, y desde hace casi una década, distintos alumnos de la Escuela compaginan sus estudios con el diseño y fabricación de un monoplaza con el que poder representar a Gipuzkoa en la competición internacional Formula Student. 

La historia comenzó con TecnunMotorsport: los monoplazas de combustión construidos desde el 2009 y almacenados en el Taller de Automoción muestran la evolución y el aprendizaje de distintos estudiantes a lo largo del tiempo. Un año después, En 2010, surgió TecnunSeedRacing, lo que supuso la llegada del primer monoplaza eléctrico al campus. 

Este año, ambos equipos se han fusionado para adaptarse a las exigencias del mercado y apostar por el diseño y la fabricación de un vehículo competitivo e íntegramente eléctrico: “Hemos aprovechado las virtudes de cada uno de los equipos. Ha sido la principal novedad del año y la mayor reestructuración por la que ha atravesado Tecnun Formula Student desde sus inicios en 2009”, apunta el director del proyecto, Andoni Medina. “Las herramientas que funcionaban se han mantenido, algunas venían de Motorsport, otras venían del 'Seed'”, añade el team leader Koldo Iriarte, cuya incorporación a jornada completa ha supuesto un hito en la historia de este proyecto.

“El mérito de este año es que, además de juntar los dos equipos, estamos yendo más allá con cuestiones de fabricación aditiva y fibra de carbono. Estamos pensando en lo que vamos a hacer dentro de un futuro”, confiesa el director técnico Eric Roig. Y ejemplariza: “La estructura ergonómica del volante está impresa en 3D. También hemos hecho unos alerones para el año que viene utilizando el mismo material que McLaren. Los vamos a validar este año”. 

Cuando hablan del futuro son conscientes de que muchos de ellos no estarán, pues el fundamento del proyecto está en el aprendizaje de alumnos de distintos grados y cursos de ingeniería. “Pensamos en el legado que se dejará a las próximas generaciones. Formamos a los nuevos que entran para que formen en el futuro a los que vuelvan a entrar. No solo te centras en el coche de este año si no en lo que dejas para el año que viene”, destaca Alejandra Areñas, directora de área de organización y alumna de 3º de Ingeniería Eléctrica. 

Todos los años, a principios de temporada, los futuros ingenieros se encuentran con problemas a la hora de decidir qué aspectos quieren mantener y qué han de mejorar respecto al año pasado. “Es un proyecto tan complejo con tantas variables y tenemos recursos tan limitados, que siempre buscamos encontrar cuál es la clave para mejorar más al menor coste”, señala Koldo Iriarte. 

En este sentido, y gracias a un programa de simulación desarrollado por el estudiante del Máster en Ingeniería Industrial, Carlos Rubio, el equipo ha podido sentir y experimentar el coche antes de tenerlo construido.  

En palabras del director: "Hemos replicado el proceso de desarrollo que tendría una marca de coches, utilizando una herramienta tan puntera como el simulador de conducción de AIC-Automotive Intelligence Center".

“Esta plataforma de simulación nos ha ofrecido una réplica bastante fidedigna de lo que sería el monoplaza. Gracias a esta herramienta hemos hecho un estudio de sensibilidad y hemos podido conocer el impacto de cada una de las piezas en el rendimiento final", argumenta Koldo Iriarte. "Nos ha servido para detectar problemas y hemos ido tomando decisiones de manera justificada”, concluye este joven tolosarra.