Reproducimos a continuación la entrevista realizada recientemente a la investigadora de Tecnun, Carmen Jaca, en el Diario Vasco. Jaca afirma que “la apuesta por el reciclaje resulta rentable a las empresas porque mejora sus productos, procesos y eficiencia, además de su imagen ante los consumidores”.

“La denominada economía circular, basada en el aprovechamiento de los residuos, va ganando terreno frente a la de usar y tirar. Dos investigadoras de Tecnun (campus de la Universidad de Navarra, en Donostia), Carmen Jaca y Marta Ormazabal, han puesto en marcha una plataforma -Circular Market- con el objetivo de que las pymes guipuzcoanas puedan demandar y ofertar todo tipo de recursos, también excedentes y residuos. Recientemente organizaron una jornada a la que asistieron quince empresas para explicarles el proyecto. Jaca afirma que la apuesta por el reciclaje resulta rentable a las empresas porque mejora sus productos, procesos y eficiencia, además de su imagen ante los consumidores.

- ¿Cuál es el objetivo de la plataforma que promueve Tecnun?

- Forma parte de Ecopyme, un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Dentro de esta iniciativa se inscribe la plataforma Circular Market. Quiere ser un punto de encuentro para las empresas, donde podrán ofertar y demandar todo tipo de recursos, entre ellos excedentes o residuos, así como maquinaria de segundo uso. También pueden ofrecer acceso conjunto a servicios o proponer proyectos de colaboración para mejorar la sostenibilidad. Creando comunidad se puede mejorar el rendimiento y el valor de las compañías.

- En principio la economía lineal, la de 'tomar, hacer, usar y tirar', parece que es más barata que la basada en el reciclaje. ¿Qué beneficios reporta a las empresas la economía circular?

- La economía lineal es más barata que la circular sólo si se toma en cuenta el coste local de la producción y no se estiman los asociados a la pérdida de valor de los materiales, la energía y los recursos que conlleva la extracción de material virgen y la eliminación de productos cuando finaliza su vida útil. Las empresas que adopten este modelo circular van a mejorar sus productos y procesos, ya que se han enfocado hacia la eficiencia productiva y el el reaprovechamiento de los recursos en toda la cadena productiva. Además, la sociedad está valorando cada vez más el comportamiento sostenible.

- ¿Se pueden cuantificar estos beneficios en términos económicos y de empleo?

- Según la Comisión Europea, en 2016 los sectores relacionados con la economía circular emplearon a más de 4 millones de trabajadores, lo que supone un aumento del 6% en comparación con 2012. Según la misma fuente, la reparación, reutilización o el reciclaje generaron un valor agregado de casi 147.000 millones de euros y representaron inversiones de 17.500 millones. Hay un gran potencial económico en el desarrollo de actividades relacionadas con la economía circular.

- ¿Qué sectores son los más proclives a participar en esta dinámica?

- Desde la comisión europea se han identificado cinco sectores prioritarios de actuación en este campo, debido a su potencial impacto en la sostenibilidad: plásticos, desperdicio alimentario, materias primas críticas, construcción y demolición, y bioeconomía.

- Gipuzkoa es un territorio eminentemente industrial, ¿la economía circular sirve por ejemplo para la siderurgia o las fundiciones?

- Sí, de hecho, el sector del metal está ya desarrollando proyectos muy interesantes, como la valorización de residuos refractarios, realizada por Sidenor, o la valorización de lodos de rectificado, en estudio actualmente. Ambos ejemplos están consiguiendo generar valor económico a partir de residuos potencialmente peligrosos. Hay que tener en cuenta que, de entrada, las fundiciones tienen un principio circular en su propio proceso, por lo que extenderlo a otros elementos de su actividad es algo natural.

- ¿Podría citar empresas de éxito basadas en estas prácticas?

- En el País Vasco tenemos muy buenos ejemplos. Eko Rec, en Andoain, es una firma basada en la recuperación de PET a partir de reciclaje para la producción de fibra de poliéster y láminas de primera calidad que se utilizan en los sectores de automoción y alimentación, respectivamente. Ekogras, en San Sebastián, recicla aceite usado en alimentación y lo convierte en biodiesel. Ekotrade, en Astigarraga, fabrica áridos para construcción a partir de residuos. Otros ejemplos son Gomavial, Ekonek, Ekolber...

- En 2015, la UE adoptó un plan de acción para acelerar la transición hacia la economía circular. ¿Se han cumplido los objetivos?

- La UE lanzó un paquete de 54 acciones que ya están siendo ejecutadas, con importantes resultados relativos a la generación de empleo y el aumento de actividades. Sin embargo, esto es un inicio y todavía queda mucho recorrido por realizar. La buena noticia es que ya está calando en Europa a nivel de grandes empresas, entre ellas Unilever, Philips o Renault. También en pymes, como las que he nombrado antes, sin olvidar los centros de investigación y organismos públicos. Esto no es una moda, es un cambio que va a quedarse y lo inteligente es subirse a este modelo.

- ¿Cuál es la situación en Euskadi? ¿Las empresas están concienciadas en línea con los objetivos de la Unión Europea?

- Tenemos la suerte de contar con apoyo de los organismos públicos, que están impulsando diferentes políticas y ayudas para este tipo de iniciativas. Además, hay asociaciones como Aclima o GK Recycling que agrupan a empresas para abordar de manera conjunta acciones orientadas al desarrollo de la economía circular en nuestro país. En los últimos años las empresas del entorno ya han comenzado a conocer esta dinámica y muchas han empezado ya con algunos proyectos. Estiman que es una vía muy interesante para vender más y mitigar los riesgos que pueden derivarse de crisis asociadas a la escasez de recursos y otros temas ambientales".