Los alumnos del Global Industrial Design Engineering Program realizan un viaje a la Semana del Diseño en Milán

Los alumnos del Global Industrial Design Engineering Program realizarón del 5 al 10 de junio un viaje a Milán en el marco de la asignatura International Design Week. El alumno Santiago Ayala, de 2º curso del Grado de Ingeniería de Diseño Industrial, comparte su testimonio de lo que han dado de sí estas jornadas en el país transalpino.

Los integrantes del programa Global de Diseño Industrial han participado en diversas actividades del Fuorisalone de la Design Week de Milán que es el evento más importante y prestigioso relacionado con el mundo del diseño internacional. Este evento que se inició en los años 80 centrado en el sector del mobiliario, ha evolucionado en los últimos años para involucrar muchas otras industrias como el automóvil, las telecomunicaciones, la tecnología o la gastronomía. “Entre todas las exposiciones y recorridos realizados en este viaje, quiero destacar dos: Audi Grandsphere Concept y la visita a la Fundación Achille Castiglioni”, destaca Ayala.

“Como era de esperar en una exposición de Audi, la elegancia y el minimalismo de la exposición realmente atrajeron nuestra atención” sostiene Santiago. “Nos explicaron los procesos de fabricación, el funcionamiento de sus plantas productivas y su fuerte apuesta por la sostenibilidad medioambiental”.

En lo personal lo más le interesó y le hizo pensar a Santiago fue el proceso de diseño que siguen las compañías automovilísticas y el impacto en este proceso de nuevas tendencias tecnológicas como la conducción autónoma.

“En la parte final del recorrido de esta exposición visitamos dos grandes salas de estar en las que se exponían los concept car más futuristas de la marca. Las salas de estar eran una especie de moodboard físico de los vehículos que representan el cambio radical que se está dando en este sector. Los coches están cambiando, ya no cumplen sólo una mera función de transportarte desde el punto A al punto B. Audi trata de generar una experiencia de usuario, más allá del mero diseño de coche tradicional. La parte interna del vehículo ha sido diseñada antes que la externa, por ejemplo, pensando en la comodidad del usuario, en que se sienta tan cómodo como en el salón de su casa. De hecho, nos describieron este concept car como un salón sobre ruedas. Encuentro fascinante cómo el desafío de crear un automóvil totalmente innovador puede abordarse de una manera tan poco convencional.”

Esta visita ha ayudado a los alumnos de Tecnun a darse cuenta de la cantidad de aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de diseñar un producto tan innovador y como para el diseño de un producto tan técnico como un coche, el peso de perfiles que van más allá de los ingenieros mecánicos o eléctricos, está ganando cada vez más peso. “Por poner un ejemplo, uno de los grandes rostros del proyecto es Rafael Falkenburger, un diseñador de interiores.”

“Realmente admiro lo bien pensado que está cada elemento del automóvil y cómo cada parte transmite un mensaje o cumple un propósito. La tela de los asientos de este vehículo de alta gama ya no era de cuero, sino de un material sostenible y muy suave que invitaba a tocarlo. También había espacios pensados para colocar plantas o pequeños estantes para otros objetos, se busca brindar comodidad y sensación de hogar. Otro ejemplo son los controles que se incorporan en las puertas para que cuando el modo de conducción automática está activado y el conductor está cómodamente tumbado, pueda tener acceso al control de temperatura y radio sin tocar la pantalla principal. Estos controles incluyen cámaras y sensores que detectan movimientos específicos de la mano”, afirma Santiago.

Estudio Achille Castiglioni

Otra de las visitas que hicieron los alumnos del Grado de Ingeniería de Diseño Industrial fue a la Fundación Achille Castiglioni, uno de los padres del diseño italiano del siglo XX y un referente para los diseñadores contemporáneos cuyas obras, funcionales, vanguardistas y ajenas a modas, siguen reeditándose y vendiéndose hoy en día.

La guía de la Fundación fue explicando su proceso de diseño a través de su espacio de trabajo personal, enseñándoles bocetos, prototipos y algunos de sus productos más premiados. “Vimos la lámpara Arco, los taburetes Mezzadro y Sella, el cenicero Spiralle, etc.”, detalla Santiago, que añade que esta fue su visita favorita de este viaje: “puede sonar curioso, pero es porque me ayudó a darme cuenta de lo que es realmente un diseñador, y poder comprobar conmigo mismo si iba por el buen camino. Castiglioni creó un espacio donde crear ideas basándose en la observación de objetos cotidianos, en disfrutar con el proceso y usar el juego como un elemento de inspiración y le dio mucha importancia al trabajo en equipo. Yo dejaba en segundo lugar algunos de estos aspectos, pero me he propuesto darles más importancia en mi proceso de diseño”, concluye.

“En el recorrido también nos contaron cómo Castiglioni le daba gran importancia a la curiosidad y al aspecto práctico y, en general, buscaba hacer las cosas lo más simples posible. Tenemos como ejemplo el cenicero, que está inspirado en un juguete que usaba para relajarse, mientras fumaba tenía el problema de deshacerse de la ceniza de su cigarrillo y entonces pensó que el cigarro encajaba perfectamente en los espacios del muelle y de ahí surgió ese concepto. O el taburete cuyo asiento es un sillín de bicicleta. Dicha silla tiene una base que permite el movimiento y tiene un aspecto divertido, pero su principal función, curiosamente, es la de ser incómoda. Se dice que lo diseñó cuando las llamadas telefónicas eran extremadamente caras y de esa forma los usuarios se encontrarían incómodos, harían llamadas más cortas y ahorrarían dinero. Por tanto, ahí comprendí que la inspiración se puede encontrar en los objetos cotidianos, en un simple juguete o en un problema. Las mentes de los diseñadores están en actividad constante, pensando en soluciones, haciendo prototipos y siempre siendo conscientes de que lo que les rodea es mejorable”, concluye Santiago Ayala.