Marina Echave cursa el Grado de Ingeniería Biomédica en Tecnun y en septiembre empieza con su último año. Pero antes, este verano, ha sido una de las alumnas elegidas para hacer las prácticas en el CIC Nanogune de San Sebastián, junto con otros alumnos de distintas universidades.

¿Qué le están aportando estas prácticas a su formación?

La verdad es que está siendo una experiencia muy enriquecedora tanto personal como profesionalmente. Estoy trabajando mano a mano con un doctorando, lo cual me está permitiendo aprender cómo es el mundo de la investigación. Estoy adquiriendo conocimientos sobre técnicas que hasta ahora no había explorado del todo en la universidad.

Todos los que estamos de prácticas de verano, estamos en el mismo despacho. La mayoría de ellos son físicos, no obstante, también hay alumnos que han cursado diferentes grados como biología, bioquímica o biotecnología. Esto nos ha permitido aprender cosas de distintas disciplinas. El ambiente que hemos creado es inmejorable, somos como una piña.

¿Desde pequeña tenía claro que lo suyo era la Ciencia?

La verdad es que desde siempre me ha gustado tanto la biología, la química, como las matemáticas y la física. Pienso que Ingeniería Biomédica es una carrera que abarca todos estos conocimientos y me permiten aplicarlo a la medicina humana para mejorar la calidad de vida de las personas. Decidí cursarla en Tecnun porque sabía que el nivel de educación que recibiría sería muy bueno. Además, mi hermano también estudió en la Escuela y mis padres estaban satisfechos con la formación que adquirió.

¿Cómo surgió la oportunidad de ir a Nanogune?

Mi hermano, en su momento, aplicó para conseguir la beca para el summerinternship en Nanogune. No tuvo suerte, puesto que escogieron a una alumna de Ingeniería Biomédica. Ahí es cuando me enteré de que este centro de investigación ofrecía la oportunidad de realizar prácticas durante el verano y decidí intentarlo cuando tuve la ocasión.

¿En qué consiste la labor que está realizando?

Como ya he dicho previamente, estoy ayudando a un doctorado. La tesis trata sobre el desarrollo de un nuevo sensor de pH/lactato. Durante el parto, los bebés pueden sufrir periodos de hipoxia, es decir, disminuye la cantidad de oxígeno en la sangre. Esto se conoce como encefalopatía hipoxia-isquémica y las consecuencias pueden llegar a ser muy gravés para el bebé. Los métodos actuales no son continuos, son lentos y muy impreciso, dando muchos falsos positivos. Por culpa de esto, se llevan a cabo muchas cesáreas sin ser necesarias.

Mi labor está consistiendo en primero preparar las muestras de lactato y de pH tanto aquí como en CICbiomaGUNE, ya que son indicadores de hipoxia. Una vez hechas todas las muestras de concentraciones/valores distintos, hay que obtener los espectros mediante el espectrómetro Raman, en nuestro caso, estamos utilizando uno con una longitud dce onda 785nm. Con esos datos, es imposible ver diferencias en los espectros con respecto a las pequeñas variaciones de las muestras. Por ello, es importante la utilización de algún programa (en nuestro caso MATLAB) para procesar los datos mediante distintos métodos. Entre ellos el smoothing, Savitzky–Golay, análisis multivariado, PLS (Partial Least Squares)… 

¿Recomendaría hacer las prácticas allí?

Yo animaría a todos a que probasen esta experiencia. En mi caso, estoy en el grupo de Nanoengineering. Este grupo es muy adecuado para aquellos que cursen el grado de Ingeniería Biomédica, ya que, se aprende de todo un poco. A trabajar con láser, trabajar en el laboratorio, análisis de datos… y todo ello enfocado al ámbito biomédico. Una de las cosas “curiosas” de mi grupo, es que Andreas Seifert (el jefe del grupo) nos está dando clases de óptica para ampliar nuestros conocimientos. La verdad es que se aprende mucho y se agradece la motivación que muestra por transmitirnos sus conocimientos.