El club de fotografía de Tecnun está compuesto por estudiantes inquietos que quieren mejorar sus destrezas con la cámara para captar con minuciosidad todo cuanto está a su alcance. Para ello, asisten a diferentes sesiones teórico prácticas y entregan, al final del cuatrimestre, un reportaje fotográfico. 

“Se me ocurrió que los alumnos podrían colaborar con asociaciones que necesiten fotos para documentar su actividad”, explica María Isabel Rodriguez, profesora que coordina el club y que quiso colaborar con Tantaka de esta forma el pasado curso. “Es una manera sencilla de que disfruten, aprendan a sacar fotos, y ayuden haciendo lo que les gusta y saben hacer”, explica Rodriguez. 

“Como yo ya había estado antes en Aspace, sentí mucha ilusión al ver que había gente que seguía acordándose de mí. Hablé con mis compañeros y todos estaban de acuerdo en que había sido una experiencia muy gratificante. Les animó incluso a apuntarse de manera permanente en Aspace el año que viene”, reconoce Pablo Barrenechea, alumno que comienza ahora 4º curso de Ingeniería en Tecnologías Industriales. 

“Quisimos plasmar el buen rato que pasamos allí los estudiantes con los residentes, desde dar paseos, hasta hablar y jugar con ellos.  Al final lo de hacer fotos es una excusa, ya que creo que esta actividad acerca aún más a los alumnos al mundo del voluntariado·, continúa Barrenechea. 

Teresa Olano, otra de las alumnas del club, acudió a la asociación Afagi con el fin de sacar fotos en un taller de movimiento organizado por la asociación. “Fue una experiencia muy positiva. Me parece una muy buena idea ya que podemos poner en práctica lo aprendido en clase y con un objetivo diferente al que estamos acostumbrados. Además, creo que es una buena forma de conocer diferentes asociaciones cercanas”, apunta Olano, que comenzará 3º de Ingeniería en Tecnologías Industriales en septiembre.

“Me sentí muy bien y nos trataron genial. Se notaba muchísimo que agradecían que estuviéramos allí, y ver a señores mayores pasándoselo bien y con una sonrisa enorme en la cara llena muchísimo”, continúa María Sevillano, que en su caso fue a Musikene, a fotografiar una gala de danza entre voluntarios y personas con Alzheimer de la asociación Afagi. 

“Me parece muy buena idea porque es una forma de practicar fotografía contribuyendo a una buena causa, no solo para la estética de la foto en sí. Repetiría sin duda”, concluye esta estudiante de 3º de Ingeniería Biomédica.