El alumno de Organización Industrial Dario Brillembourg está de enhorabuena. Recientemente ha sido seleccionado en el programa IT Business Challenge 2018 de P&G (ITBC) y ha logrado llegar hasta la final en Grecia. “Haber tenido la oportunidad de pasar una semana en Atenas con todo pagado junto a otros 23 estudiantes de todo el mundo para competir resolviendo casos reales de negocio y experimentar de primera mano cómo la tecnología permite innovación en marcas centradas en el consumidor ha sido una oportunidad única”, confiesa un Dario sonriente.
 
¿Qué perfil de estudiantes tenían la posibilidad de acceder a este programa?

Estudiantes universitarios entre los últimos años de carrera o Máster que estuviesen interesados en tener exposición al mundo real de la tecnología de la información, negocios e innovación en P&G. Cualquiera tenía posibilidad de acceder, pero en mi opinión personal, la mayoría eran ingenieros y ADE e incluso uno de relaciones internacionales. Había que tener la pasión por querer aprender, pero obviamente se necesitaban capacidades técnicas e incluso empresariales. El proceso de selección tenía varias etapas incluyendo revisión del CV, test presencial de razonamiento matemático, lógico y verbal, entrevista por Skype y presencial -en mi caso fue en Madrid-, y un desafío virtual creado por P&G donde había preguntas de tecnología, gerencia empresarial, negocios e innovación. 
 
¿En qué ha consistido la estancia en Grecia? 

Mi estancia en Grecia tuvo una duración de 5 días y medio. La estancia no solo era para la competición sino que también se trataba de premiar a los 24 finalistas con mucho aprendizaje, diversión y mejora profesional. Cada día tuvimos un caso de negocio real -4 en total- en donde nuestro rol como “IT Solution Managers” consistía en aplicar la tecnología para dar soluciones viables. Se intentaba simular el funcionamiento real de una empresa como P&G en donde el departamento de IT tiene que trabajar en conjunto con los demás departamentos. Nos dividieron en 4 equipos de 6 personas (cada uno de nacionalidades distintas) y nos daban entre 2 y 3 horas para resolverlo. Al final de cada caso, el equipo tenía que presentar el proyecto a la directiva e intentar convencerles de que invirtieran en él. 

¿Con que sabor regresa de allí?

De las mejores experiencias que he tenido en mi vida. El aprendizaje profesional era evidente, pero todo lo que aprendí en una experiencia tan diversa, retadora y única como esta no tiene precio. Primero, nunca había trabajado en una ambiente tan internacional en donde cada uno tiene perspectivas de la vida distintas. Tan solo en nuestro equipo de 6 personas había un ruso, una polaca, una turca, una griega y un italiano. El reto más grande era sacar el mejor provecho de cada uno en tan solo 4 días sin habernos conocido antes y no tenernos la confianza suficiente. Para mí, entender la importancia del trabajo en equipo, los retos que conlleva, la motivación de cada uno y el entender a cada miembro del grupo fue la parte más valiosa del viaje.