Con apenas 6 años, David del Rio (Tecnun'2013), ya “cacharreaba” todo cuanto tenía a su alcance.  Recuerda que llegó a arreglar “un Mac antiguo, de esos grandes”, tan característicos de Apple en la década de los 90: “Aprendí a abrirlo, arreglarlo, formatearlo, a cambiarle el disco duro…”, relata este donostiarra. “Me gustaban los teléfonos móviles y despezar las radios para ver qué había dentro y en qué podía mejorarlo”, continúa. Por ello, se decantó por realizar los estudios de Ingeniería de Telecomunicación. 

En Suecia, estando de Erasmus en la Universidad Tecnológica de Chalmers, descubrió que “ser investigador iba más allá de dar clases en la Universidad”. Chalmers cambió su perspectiva: “Trabajaban con unos laboratorios de la Agencia Espacial Europea (ESA)  en cuestiones relacionadas con la vigilancia del medio ambiente, aplicaciones espaciales…En cosas que ni sabía que existían”, expresa Del Rio.  

En quinto de carrera, aún en un mar de dudas, contactó con Roc Berenger, profesor de la Escuela, en busca de asesoramiento. Quería realizar el Proyecto de Fin de Grado al tiempo que terminaba sus estudios y aceptó la propuesta del maestro de colaborar en el Proyecto Europeo “E3Network”, que consistía en crear circuitos para las futuras redes móviles. “Las redes actuales de 4G no cuentan con el ancho de banda suficiente para la gran cantidad de datos que transmiten todos los dispositivos. Ya no es solo un teléfono móvil que manda un mensaje de texto. Es un reloj que te ofrece información in situ, un sistema electrónico integrado en el collar de un perro, en una persona mayor que se comunica con un hospital, o un coche autónomo que necesita comunicarse con el de al lado”, explica este investigador. 

Del Rio no solo aceptó, sino que, al finalizar la carrera, decidió continuar con el proyecto-de 3 años de duración- y preparar una tesis sobre circuitos para ondas milimétricas, el rango de frecuencias que van a utilizar esas redes. Actualmente continua su labor investigadora en Ceit-Ik4.

De la tesis se lleva un fantástico recuerdo. Publicó 4 papers como primer autor en revistas y 2 en congresos. La estancia internacional de 6 meses en UCLA (Los Ángeles, California) enriqueció su experiencia académica y personal. “Fue bestial en todos los aspectos. Académicamente increíble. Están los mejores de la clase de todos los sitios, juntos. Además de trabajadores son súper ambiciosos, y también buena gente”. 

La pregunta es: ¿volverías? “A trabajar un tiempo allí sí. Trabajar con ellos desde aquí, por supuesto. Pero vivir a largo plazo y formar una familia allí probablemente no. Se vive mejor en Europa”.