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“Puede hacerse una colaboración más grande entre los doctorandos”
Juan Pablo Romero se doctora en Bioingeniería como primer graduado de Tecnun en Ingeniería Biomédica
Natural de México (1991) pertenece a la primera promoción del Grado en Ingeniería Biomédica, programa pionero en el panorama universitario español. Al finalizar su Proyecto Fin de Máster con el profesor Ángel Rubio decidió incorporarse al mercado laboral como investigador junior del Área de Bioinformática de la Escuela. Quería trabajar en el mismo proyecto que le valió para titularse: Análisis Bioinformático del Splicing Alternativo.
Juan Pablo defendió su tesis en Miramón el 22 de septiembre. Con esta son ya 621 las tesis defendidas en el campus tecnológico de la Universidad de Navarra.
¿Optaste hacer el doctorado al no encontrar otra salida mejor?
¡Nada de eso! La decisión fue para prepárame mejor de cara al futuro. Muchas de las empresas de nuestro campo piden niveles de estudio de posgrado para poder aplicar a puestos importantes. De hecho, tengo ofertas en distintos países como España, Holanda y USA.
Pero no cobras igual de investigador que, por ejemplo, en una consultora
Es verdad –se ríe-. En empresas tipo industrial o consultorías lo normal es cobrar más al empezar. En mi caso, no solo valoré la parte económica sino también estar contento con el trabajo, el equilibrio con la vida familiar o social y el ambiente laboral. Eso sí, una vez terminada la tesis, es muy distinto aplicar para un puesto como doctor pues se ven las ventajas en todos los sentidos.
¿Cuáles son los clichés más comunes entre los estudiantes para que haya tan pocos doctorandos?
El que más suelo escuchar es: “El doctorado es para terminar dando clases en la universidad”. En cambio, existen muchísimas empresas con departamentos de I+D+I que buscan doctores para contratar. También suele hablarse mucho de que no se suele viajar o que todo el tiempo es muy monótono. Durante la tesis fui a congresos y estuve en Portugal. También existe la opción de hacer estancias en el extranjero. En mi caso estuve unos meses trabajando en un hospital en Leiden, Holanda.
También hay oportunidad de trabajar en proyectos de investigación con empresas. Yo tuve la oportunidad de trabajar en un proyecto para Affymetrix (California, USA) y en alguna ocasión vinieron a San Sebastián, pues tenía que presentarles todos los avances del proyecto.
Seguro que existe algún aspecto mejorable para valorar mejor un doctorado
Uno mismo valora su trabajo en función de los resultados y nadie te quita la emoción cuando te aceptan un paper, te dan un premio en un congreso, o la nota al defender la tesis. Quizá se podría tratar de hacer una colaboración un poco más grande entre todos los doctorandos que hay en la Escuela. Seguro que salen ideas interesantes y, sobre todo, son compañeros que están pasando por lo mismo que tú.
Y, ahora siendo Doctor, ¿cómo te planteas el futuro?
Después de 8 años en San Sebastián ya me toca moverme. Empiezo ahora a trabajar en el grupo de Onco-hematología del CIMA, en Pamplona, con muchas ganas. Empiezo con nuevos proyectos y sobre todo con nuevas responsabilidades; soy cabeza de toda la bioinformática que se lleva allí. Estoy algo nervioso, pero vamos, creo que es más por las ganas que tengo de aportar todo lo que puedo. Estaré viniendo a San Sebastián de vez en cuando para dar clases en el Máster de Ingeniería Biomédica, así que no desapareceré del todo del campus tecnológico -sonríe Juan Pablo-.